domingo. 22.12.2024

"Tanto de unos como de otros se aprenden buenas y malas prácticas relacionadas con la comunicación. De los segundos hemos aprendido sobre falsas creencias y argumentos para rechazar incorporar acciones de comunicación en sus empresas, comercios o negocios", continúa diciendo Ignacio Pérez.

"Por ejemplo, 'lo mejor es el boca a boca', 'comunicar quita tiempo de trabajar' o 'ya he puesto publicidad' son algunos de los mitos que están al cabo de la calle", explica.

De esta manera nos cuenta cuáles son para él tres falsas creencias sobre la comunicación.

Excesiva confianza en el boca a boca

“A mí ya me conocen” y “lo mejor es el boca a boca” son dos frases lapidarias que el profesional de la comunicación escucha lanzados como hirientes puñales. Es como si un fontanero, por ejemplo, escucha “tengo un amigo que eso lo hace en dos patadas y más barato”.

Una excesiva confianza en el boca a boca tiene tres problemas fundamentales. El primero es que no controla lo que los demás hablan de él, y a no ser que otro cliente en un ataque de honestidad le cuente lo que realmente dicen de él, el empresario no recibe ningún feedback. El segundo problema es que no controla o desconoce dónde se habla de él, lo que limita su crecimiento. El tercero y más crítico es que hacen falta muchos buenos comentarios para que el boca a boca funcione, pero bastan un par de malos comentarios para hundir su reputación.

Comunicar quita tiempo de trabajar

“Estoy muy ocupado”. ¿Te suena esta frase? Sí, ¿verdad? Parece que todos estamos muy ocupados para prestar atención al desarrollo del mercado. Comunicación también es parte del trabajo. ¿Te acuerdas que lo tenías en un apartado de tu modelo de negocio? Estar tan ocupado como para no prestar atención a la comunicación puede resultar tan perjudicial como estar muy ocupado para llevar las cuentas de la empresa al día. 

Otras empresas dependen de los canales de distribución para hacer llegar sus productos a los clientes. Un adecuado plan de comunicación facilita el desarrollo del mercado por dos motivos: ayuda a que los distribuidores te conozcan (los distribuidores buscan productos que vender que a ellos mismos les diferencie de otros en sus mercados) y facilita el trabajo de los distribuidores de cara a llegar a los clientes finales con contenidos y mensajes adecuados. 

¿Qué nivel de carga de trabajo justifica no prestar atención a la comunicación y seguir perdiendo clientes?

Comunicación no es lo mismo que publicidad

Es la teoría del reduccionismo llevada al terreno de la comunicación. “Ya he puesto publicidad” o “yo no pongo publicidad” son las frases esgrimidas por empresarios o comerciantes al hablar de comunicación. 

Sí, la publicidad forma parte de la comunicación, pero si pensamos por un momento que comunicación lleva inherente un mensaje, una experiencia, una imagen a un receptor, ¿no habría que dedicarle tiempo a la generación del contenido, a la identificación de los canales adecuados, de la localización y del receptor? Y ya puestos, ¿por qué no dedicarle tiempo también a la información que quiero transmitir de mi empresa?

Cada día cobran más importancias los actos sociales y los eventos como acciones comunicativas porque proporcionan dos ventajas sustanciales: la posibilidad de generar contenidos y la de promocionar la imagen de la empresa. 


Finalmente, si llegados a este punto has decidido que la comunicación es importante para tu empresa o comercio, piensa en lo siguiente: parafraseando la campaña de una conocida marca de grandes almacenes: ¿te fías de tu asesor o de tu cuñado? Recuerda que “tu cuñado tiene un colega que puede transformarte un PC en un MAC en una horita y por dos duros”.

Toda la información en www.comonocomunicacion.es

Tres falsas creencias sobre la comunicación
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