Aplazan temporalmente la ejecución del desahucio de una vecina de Rincón de la Victoria y sus cuatro hijos
El desahucio de Ana Isabel A. y sus cuatro hijos, tres de ellos menores de edad, estaba previsto para ayer miércoles a las 11:30h, sin embargo, el equipo jurídico del Banco de Santander, propietarios de la vivienda, aplazaba la ejecución 45 días. Se abre ahora un periodo para volver a intentar conseguir un alquiler social en este piso de una barriada humilde de Isidro en Rincón de la Victoria.
Hasta el lugar se habían desplazado numerosos medios de comunicación nacionales, provinciales y locales, además de los partidos políticos en la oposición, Partido Socialista, Izquierda Unida y Podemos, además de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas.
Por otra parte, fuentes cercanas al Equipo de Gobierno justificaban su ausencia en la barriada y explicaban que estaban trabajando desde el Ayuntamiento y siguiendo los acontecimientos. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la concejala de Bienestar Social, Elena Aguilar (Cs) sin conseguirlo.
El piso que ocupa Ana Isabel A. con sus cuatro hijos, tres de ellos menores de edad y la más pequeña, de 7 años, enferma, es propiedad del Banco Santander, y hasta el momento la entidad bancaria habría rechazado otorgarle un alquiler social en la vivienda.
Ana Isabel, de 38 años, es beneficiaria de los servicios sociales del Ayuntamiento, según indican fuentes municipales. Estas mismas fuentes explican que ya se consiguió parar un anterior desahucio con esta entidad bancaria el pasado mes de abril.
Desde el Ayuntamiento se ha propuesto a Ana Isabel buscar un nuevo piso de alquiler, del que los Servicios Sociales se podría hacer cargo puntualmente durante seis meses. Sin embargo, la afectada explica que los precios de los alquileres en Rincón de la Victoria son muy caros y que con los pequeños ingresos que tiene, son imposibles de pagar, y que, además, ahora mismo lo que hay es sólo para la temporada de verano.
Ana Isabel admite que ocupó la vivienda vacía, hace más de dos años, por necesidad, “no por un capricho de tener una vivienda”, y que se metió en ésta del banco porque no “quería hacer daño a nadie”.