Según alertaron algunos vecinos a este periódico, el ayuntamiento de Vélez-Málaga había ubicado los contenedores de basura soterrados en el lugar donde se descubrieron el pasado mes de julio restos óseos que databan del siglo XVIII, vinculados al antiguo cementerio que había situado junto al convento de las Carmelitas.
Ya el pasado mes de julio, tras el descubrimiento de los restos, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, precisó que los hallazgos no iban a perjudicar al normal funcionamiento y avance de las obras de la plaza de las Carmelitas en los tiempos y formas previstas.
La ejecución de la peatonalización de la plaza de las Carmelitas está generando descontentos y controversias, además de problemas con otras administraciones. Una de ellas fue la multa de 3.000 euros que impuso de la Junta de Andalucía al consistorio veleño por abordar la reurbanización de la plaza de las Carmelitas sin su autorización, al tratarse el convento de un BIC. La penúltima ha sido a propósito del escalón en la entrada principal que ha sido sustituido por una rampa, a lo que las propias monjas se han opuesto abiertamente, pidiendo la intervención de la la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio Histórico.
Otro de los perjuicios ocasionados por esta peatonalización ha sido la ocasionada por el nuevo quiosco a vecinos y comerciantes, además de los propios quiosqueros. Incluso, una vecina se mostró muy afectada en el último Pleno ordinario del ayuntamiento.
Las quejas también se han referido a la patente falta de ordenación en cuanto a configuración y color de las losetas. Más de cinco cambios de dirección y color además de cortes drásticos en la continuidad y homogeneidad de dicha configuración. Una de ellas se materializó en el pleno a propósito de la calle Calle Pintor Francisco Hernández, cuya homogeneidad queda cortada a mitad de su recorrido.