El alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno Ferrer, y el concejal de Transporte, José María Domínguez, explicaron que van a solicitar fondos europeos a través de la FEMP para proyectos de mejora de la movilidad y el transporte público que favorezcan las comunicaciones, el desarrollo económico y turístico, y la generación de empleo de la ciudad y la costa oriental malagueña. “Nuestro trabajo está en mejorar ese servicio para dar igualdad de oportunidades a todos nuestros vecinos allá donde vivan”, ha dicho el alcalde socialista.
Moreno Ferrer explicó que las principales actuaciones que se quieren poner en valor desde el equipo de Gobierno hacen referencia a la puesta en marcha del tranvía, la conexión del tren litoral en su tramo de la costa oriental, incorporar la digitalización al transporte urbano y dotarlo de un sistema de videovigilancia.
El concejal de Transporte, José María Domínguez, ha explicado que una de las líneas de trabajo consiste en un Plan de Mejora del trazado del tranvía y unidades tranviarias para volver a poner en marcha el servicio del tranvía de Vélez-Málaga en su recorrido de la fase 1, así como la fase 2 que nunca se puso en funcionamiento.
Dominguez ha añadido que además se pondría en marcha un Plan Especial de Videovigilancia con la instalación e incorporación de hasta 56 videocámaras en la ciudad que mejoren la movilidad, la seguridad y el transporte.
No hay dos sin tres
En enero del año pasado, el Diario Sur recogía la intención del equipo de gobierno, PSOE y GIPMTM, de incluir en las cuentas municipales para 2020 una cantidad de dos millones de euros para volver a licitar las obras de reparación de la infraestructura del tranvía de la ciudad, paralizado desde junio de 2012, después de que en 2019 quedara desierto un primer concurso que salió a licitación por 1.936.000 euros.
Según el concejal de Movilidad, el socialista José María Domínguez, la idea era financiar los trabajos necesarios para poder reponer el tranvía con fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) y conseguir que la puesta a punto de la infraestructura tranviaria fuera una realidad en 2020.
Además, Domínguez anunciaba la intención del Ayuntamiento de proponer la inclusión del municipio en el área metropolitana de transporte de Málaga.
También, en 2018, el diario Málaga Hoy informaba de que Antonio Moreno insistía en que la apertura del tranvía venía contemplada en el Plan de Movilidad y Accesibilidad Urbana de Vélez-Málaga. De hecho, el regidor ya anunciaba su decisión de recurrir a los fondos europeos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) para reparar las obras de infraestructuras del tranvía, que sumarían 2 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses.
Ahora, Moreno Ferrer se olvida de los fondos EDUSI e indica en rueda de prensa que va a participar en la convocatoria que ha abierto la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para solicitar al Gobierno central fondos europeos destinados “al desarrollo y culminación de proyectos de mejora en el municipio con el fin de alcanzar una movilidad más sostenible, segura y conectada”, para reactivar no sólo el tranvía sino también la conexión del tren litoral.
Sin modelo de negocio
Sin embargo, el alcalde no termina de explicar el modelo de negocio detrás de la puesta en marcha del tranvía, máxime cuando no es capaz siquiera de poner un autobús lanzadera desde Chilches pueblo. A esto, se añade que la experiencia con las concesiones administrativas anteriores no han funcionado y es necesario un modelo de negocio que tenga en cuenta a cuántos años sería dicha concesión, en qué condiciones y quién paga el consabido déficit anual, que presumiblemente propondrán que sea la Junta de Andalucía.
Hay que recordar, sin embargo, que la segunda fase se recepcionó por la entonces alcadesa socialista Salomé Arroyo, en abril de 2009, pero que no puso en marcha tras la moción de censura al PP (octubre de 2008). El 'popular' Delgado Bonilla se negaba a su recepción mientras no se diera solución al desequilibrio económico que estaba originando la primera fase en su explotación -después de ser gratis el servicio durante unos meses, ocasionando desde el principio pérdidas por su escasa demanda.
Además, dado que la necesidad de puesta en marcha alcanzaría al trazado del tranvía y unidades tranviarias, ya no estaríamos hablando de 2 millones de euros, sino de casi 10 millones de euros.