El sector agroalimentario tropical, comunidades de regantes y demás entidades asociativas relacionadas, mantuvieron una reunión el pasado 22 de noviembre de 2019 en el salón de la Mancomunidad de Municipios de la Axarquía, Torre del Mar, en la que se alertó del déficit hídrico que sufre la comarca.
Los representantes señalaron a la Administración como responsable de la escasa dotación de agua para riego, que impide asegurar la viabilidad y el futuro de los cultivos. "Quien tiene las competencias exclusivas sobre el agua en la Cuenca Mediterránea Andaluza es la propia Junta de Andalucía, la de antes y la de ahora. Hemos visto pasar otros períodos de sequía sin que se haya hecho absolutamente nada, hemos visto pasar los años y estamos igual".
Los agricultores y regentes manifiestan en su comunicado que han recurrido otras fuentes para suplir la falta de suministro y que a día de hoy esas fuentes también se están agotando.
“La primera fuente alternativa de agua para riego son las aguas subterráneas, ahora mismo, los pozos de los acuíferos y subalveos costeros de Málaga y Granada se están secando y salinizando. Además, el coste energético y económico de la elevación del agua de riego desde los pozos es enorme sin que se doten, o se paguen, ayudas específicas para la instalación de energía fotovoltaica. La segunda fuente alternativa son las aguas recicladas o regeneradas, que no se están concediendo a los regantes porque no hay tratamiento terciario o simplemente no funciona en muchas de nuestras depuradoras. Sin embargo, todos los años se devuelven a Europa fondos de financiación destinados a obras de depuración que no se ejecutan.”
“Se prometió hasta la saciedad la puesta en funcionamiento, casi inmediata, de los pozos del río Chillar para el abastecimiento humano, con lo que se ahorraría agua para el riego”, añaden.
Los agricultores han pedido también la comprensión y solidaridad del resto de la sociedad, “conscientes de que, si no llueve, las restricciones al riego aumentarán, sin que se tome ninguna medida o restricción respecto al ahorro en el abastecimiento humano y urbano” y añaden que “no existe el despilfarro de agua en nuestra agricultura y si hemos aumentado las superficies de riego, con el mismo o menor volumen de agua que teníamos porque evidentemente no llueve más, es porque regamos más eficientemente”.
Por último, quieren “recordar a todos que el sector agroalimentario fue quien salvó a estas comarcas en tiempo de crisis y que hoy día es el motor económico de ellas”.