El proyecto Brick Beach de Vélez-Málaga es un ambicioso proyecto, iniciativa del ayuntamiento veleño, que se enmarca en el programa europeo FEDER y que surge por la necesidad de regenerar playas tras la desaparición de algunas como la de Mezquitilla y el desaforado vertido de escombros por todo el paisaje veleño. Estos dos hechos, ambos causados por la mano del hombre, tratarán de solventarse a través de la economía circular, es decir, buscarán conseguir la recuperación de esta playa y su hábitat costero a través del adecuado aprovechamiento y tratamiento de residuos de construcción y demolición (RCDs).
Cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros y se enmarca en la iniciativa de Acciones Urbanas innovadoras de la Unión Europea (Urban Innovative Actions – UIA), financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, y el 20% restante por sus socios colaboradores del proyecto: el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía, el Aula del Mar de Málaga, la Asociación de Empresas Gestoras de Valorización de Residuos de la Construcción y la Demolición de Andalucía (AGRECA) y la Universidad de Málaga.
María José Roberto, concejala de Empresa y Empleo del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, impulsora de este ambicioso proyecto, explica que el boom inmobiliario ha derivado por falta de conciencia medioambiental y de infraestructuras de tratamiento de residuos de la construcción y demolición ha hecho que tengamos escombreras por muchos sitios del paisaje del municipio.
La edil nos cuenta que en el municipio veleño existe un problema derivado de obras de infraestructuras que ha provocado la pérdida de playas históricas, “por ejemplo la playa de Mezquitilla, siendo además emblemática como punto de interés turístico, ya que la historia cuenta que fue allí donde desembarcó Cervantes”.
“Este proyecto trata de resolver esos dos problemas, uniéndolos a través de lo que se conoce como economía circular. La idea es que mediante el desarrollo de este proyecto de investigación, reutilizar los residuos de la construcción y escombros para conseguir unos áridos óptimos tanto medioambientalmente como de confortabilidad”, continúa diciendo Roberto.
Continúa explicando que la Universidad de Málaga y AGRECA (Asociación de empresas gestoras de residuos de la construcción y demolición de Andalucía) han comenzado el trabajo de investigación referente a los residuos y ya tienen casi concluido el estudio sobre qué áridos se pueden usar en la playa. Además, nos dice, la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía está definiendo el propio proyecto de playa y una zona anexa de actividad social y económica que dará servicios a esa playa. Por su parte, el Aula del Mar ha trabajado en la labor de vigilancia de la vida marina y la monitorización ambiental.
Uno de los principales problemas, explica María José Roberto, es que “hay muchas administraciones en este proyecto que tienen que dar sus autorizaciones y el proceso está siendo lento”. Añade que “las tres elecciones que hemos tenido han hecho que las autorizaciones de los técnicos se paren”.
En cualquier caso, ante la polémica sobre la planta de reciclaje de residuos de la construcción y demolición de Vélez-Málaga, Roberto deja claro que el proyecto de la planta está redactado y pendiente de autorización de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía mientras que el de la playa está pendiente de que Costas informe. “También a nivel local hemos encontrado obstáculos, pero seguimos trabajando”. Insiste en que tienen un plazo que cumplir que es el verano de 2021. “Tenemos que demostrar que el proyecto es realizable y replicable en otras playas”.
La planta veleña de tratamiento de RCD cuenta ya con los informes de urbanismo sobre la parcela en la que se ubicará y de estudios acústicos que en breves se conocerán los resultados. Roberto añade que se han tomado medidas complementarias para reducir la emisión de polvo al ambiente con la instalación de aspersores especializados que precipitan las partículas en suspensión de nuevo al suelo, y así reducir el posible impacto que puedan percibir los vecinos.
Con una inversión de 1.180.000 euros (640.000 euros de equipamiento y 540.000 euros de infraestructura y obras), la planta se ubicará en una parcela de más de 16.000 metros cuadrados, en la zona de Taramillas, un lugar estratégico en cuanto a accesos y proximidad a los puntos de generación de estos residuos.
María José Roberto nos indica que lo que no se use para la playa, se reutilizará para otros usos, es decir, habrá tres selecciones: una será la de los materiales destinados a la recuperación de la playa y la de aquellos a los que se dará otros usos. Luego estarán los materiales que no se pueden reutilizar porque está muy sucio y que irán a escombreras controladas, termina la concejala.
¿Por qué ha desaparecido la playa?
Jaime Pereña, de la Asociación para la Conservación del Medio Marino, nos explica que para que se mantenga una playa de forma natural, hacen falta los aportes de arena de erosión de los acantilados y del arrastre de materiales de los ríos. Esos materiales una vez en el mar, se depositan como arena en las playas con las dinámicas de litoral.
Sin embargo, la acción del hombre, entre cultivos y el embalse de la Viñuela, ha impedido que los ríos y arroyos hayan dejado de aportar materiales a la costa y esto se ha traducido, por ejemplo, en la desaparición de la playa de Mezquitilla. Además, continúa diciendo Pereña, el puerto de la Caleta ha actuado de dique contra la dinámica de litoral y la aportación de arena.
Nos dice que sacar arena de los fondos marinos y los lechos de los ríos es impensable porque implica romper ecosistemas y otras dinámicas naturales. Ese sistema es insostenible actualmente. De ahí la importancia de este proyecto.
La solución que plantea el proyecto
Juan Jesús Martín, del Aula del Mar de Málaga, cuenta que el proyecto puede dar una solución a la sustitución de esos materiales y acelerar el aporte de nuevos a la playa, como haría la naturaleza en mucho tiempo.
El nuevo material que estará formado principalmente de arcilla, se preparará en la planta de reciclaje de residuos para redondearlo y tratarlo para que no llegue a la playa ningún residuo indeseado ni contaminante.
Martín explica que mediante el estudio de dinámica de litoral realizado por la Universidad de Málaga y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se ha planteado la realización de un arrecife o escollera paralela a la playa y sumergida, a unos 40 metros de distancia, que haga de rompeolas previo y evite así que el oleaje se lleve los materiales depositados.
“En la zona de escollera está previsto añadir arrecifes productivos para conservar y repoblar la vida marina y reserva de pesca”, añade el experto.
Finalmente, Martín nos dice que la parcela anexa se convertirá en un parque litoral que dé servicios a la playa, con una zona de visitantes y centro de recuperación de vida marina. “Será una playa diferente y sostenible”, concluye.
Proceso de reciclaje
Pablo Pérez, de la Asociación de empresas gestoras de residuos de la construcción y demolición de Andalucía (AGRECA), nos explica que los materiales de obra más reciclables son el hormigón, el ladrillo y el aglomerado asfáltico. Sin embargo, comenta que el problema de reciclaje proviene de la mezcla de materiales en los escombros, tales como pinturas, fibrocemento, cartones, plásticos y restos de tuberías, y que acaban en una cuneta en lugar de en una planta de reciclaje. “Vélez-Málaga ha sido una de las zonas con más vertidos ilegales de escombros”, nos dice.
El proyecto Brick Beach, añade Pérez, además de la propia investigación, propiciará la construcción en Vélez-Málaga de una planta puntera en reciclaje de residuos, para su tratamiento adecuado. “Para Vélez-Málaga supondrá incluso un punto de inflexión medioambiental, ya que se calcula que en el municipio se generan unas 100.000 toneladas de escombros al año”.
No obstante, Pérez insiste en que el paso más importante para el reciclaje de los residuos está en la adecuada separación de materiales en la obra y su traslado a la planta de reciclaje. Actualmente, especifica, se pueden estar reciclado tan sólo un 40% de estos residuos, “sin embargo, la Unión Europea marca que en 2020 se tiene que alcanzar el 70%”.
Continuando con el proceso de reciclaje, el técnico de AGRECA, nos dice que en la planta se separan los distintos materiales y se hace una limpieza especialmente de residuos peligrosos. Luego, se tratan y trituran los residuos limpios con molinos de impacto y criban para obtener gravas de distintos tamaños. “Aquí se obtienen los áridos reciclados que tienen múltiples usos en nuevas obras y construcciones”.
Con el proyecto Brick Beach se reutilizarán estos áridos para recuperar playas con materiales naturales reciclados, añade Pablo Pérez. Concretamente, a los procesos de planta de tratamiento y reciclado se añade un nuevo paso denominado Trómel, que es un cilindro que hará las veces de centrifugadora para conseguir redondear la piedra y librarla de aristas, imitando y acelerando así el proceso que realiza la naturaleza. Finalmente se lavará y cribará. Insiste que todo el proceso seguirá los estándares y requerimientos de Medio Ambiente en el tratamiento de materiales y aguas.
“Tanto Costas y la Universidad decidirán qué áridos redondear y lavar para usar en la playa. Lo que no, se venderá para reutilizar en obra”, añade Pérez. “La producción de áridos de la planta de tratamiento de Vélez-málaga será de 50 toneladas”, concluye el técnico.
Sobre el proyecto
El proyecto nace en Vélez-Málaga y tiene reconocimiento mundial. Fue uno de los 16 proyectos seleccionados de entre 206 solicitudes provenientes de 28 estados europeos y de los que sólo dos proyectos españoles fueron seleccionados.
Se trata de una iniciativa medioambientalmente sostenible y que apuesta por la economía circular como único modelo para asegurar el futuro y como base para crear un importante motor económico, así como un generador de empleo para la zona de Vélez-Málaga.